"La Universidad Nacional Experimental del Táchira llega hoy a 47 años de su fundación en medio de la más profunda crisis"

 

La Universidad Nacional Experimental del Táchira - UNET llega hoy a sus 47 años de su fundación en medio de la crisis más profunda de su breve historia y que amenaza su propia existencia. 

No es un hecho fortuito, se trata del ataque más certero que administración gubernamental alguna haya hecho a las instituciones universitarias en este país. 

La debacle institucional que enfrentan nuestra máxima casa de estudios, producto de la desatención, de la judicialización y ataque del gobierno, de la violación a su autonomía, de la desinversión, invasiones dirigidas y de todas las presiones a las que estamos sometidos, ha mermado y minimizado el impacto de esta institución en la vida del Táchira. 

Se trata de la mayor traición a la juventud tachirense por parte de la política universitaria gubernamental de los últimos 22 años, que condena al Táchira y al país entero por no querer reconocer que la UNET y el resto de universidades son las verdaderas fuentes desarrollo y riquezas de una nación. Por más de nueve años los unetenses, hemos sido testigos de hechos que han vulnerado de manera sistemática nuestra autonomía, promovidos algunos de ellos desde las autoridades gubernamentales y otros desde miembros de nuestra comunidad, que, de una manera reiterada, consciente y deliberada, han venido incumpliendo la Ley de Universidades, el Reglamento UNET y la Constitución RBV, valores universitarios y su compromiso con la educación tachirense y venezolana.

Nuestro presupuesto para el año 2021, signado por las secuelas de una pandemia que nos ha impedido la presencialidad académica y administrativa, apenas alcanza 5% (más o menos)  de lo que solicitamos en nuestro Plan Operativo Anual; justamente en un momento en el que además se requieren más recursos para afrontar una vuelta al funcionamiento bajo una nueva realidad, con tecnología obsoleta, y sin equipos de protección y bioseguridad para garantizar la salud de todos sus trabajadores y estudiantes. 

Esta insuficiencia, agravada y sostenida durante más de diez años, además, ha impactado de manera brutal en los sueldos y salarios, HCM y la seguridad social de profesores, personal administrativo y obrero, en la casi desaparecida inversión académica y en la imposibilidad de mantener la infraestructura de la planta física, transporte y servicios básicos.

Comedor, transporte, biblioteca, FAMES y demás servicios estudiantiles han quedado por el suelo gracias a que el gobierno se empeña en desestimar la importancia del mantenimiento de las casas de estudios por ser formadoras de profesionales libres, al servicio del país y del mundo.

El Consejo Universitario, en pleno conocimiento de esta situación y de lo que nos espera en los próximos meses de este nuevo año, a pesar de que se aprobó la cuota presupuestaria asignada por el MPPEU, esta se realizó BAJO PROTESTA por cuanto esta asignación presupuestaria no se adecua a lo solicitado ni a la realidad de nuestra Universidad, además que el MPPEU ha incumplido con la Contrataciones Colectivas Únicas (aprobadas por unilateralmente por ellos mismos) y con los acuerdo logrados con los distintos sectores universitarios, así como también con lo acordado en el CNU virtual celebrado el viernes 19-06-2020 donde tácitamente se acordó realizar un CNU extraordinario para tratar el presupuesto universitario y las tablas salariales para el sector universitario que día tras día son más deficitarias.

También se manifestó mediante la resolución en el que se resalta que la cuota asignada y los montos establecidos por el Ministerio para providencias estudiantiles, becas, preparadurías, ayudantías y servicio de comedores, son totalmente absurdos, pues son montos que no han variado en años y que han perdido todo valor y referencia por el proceso hiperinflacionario que vive la economía venezolana desde hace más de tres años.

Por tal motivo, este cuerpo colegiado como máxima autoridad de la institución, consideró que la asignación Presupuestaria para el Ejercicio Fiscal 2021 de forma deficitaria, agrava la crisis de nuestra universidad.

La magnitud de la crisis actual no es comparable con ninguna gestión de años anteriores. Ni el Gobierno, ni la sociedad venezolana en general, han entendido que la mayor riqueza de una nación actualmente es el capital humano, es la gente calificada y preparada y la formación de ese personal que se hacía en el sistema educativo como el nuestro.

Mientras no se entienda esta situación, vamos a seguir padeciendo retraso y penurias como las que estamos viviendo actualmente. 

La UNET ha vivido la precariedad de los servicios públicos con los frecuentes apagones y déficit de energía eléctrica, que ponen en riesgo los equipos de trabajo, el déficit de gas-oil, gasolina, así como la falta de agua que durante años recientes provocó en varias oportunidades la suspensión de las actividades académicas y administrativas. 

Es una crisis estructural que abarca todos los aspectos institucionales, tanto de su personal, que además no cuenta con la protección médica que requiere, como de infraestructura y funcionamiento. 

A pesar de estos tiempos oscuros, de grandes dificultades, la UNET continúa cumpliendo con el país, trabajando con todas las dificultades que eso supone en esta Venezuela privada de un servicio eléctrico eficiente, con una conectividad ínfima comparada con la de los países de la región, con equipamientos precarios que amenazan el desarrollo de todas las actividades.

Somos una universidad joven, con apenas 47 años de creada, pero con un prestigio ganado a fuerza de trabajo. 

 

Hemos pasado por situaciones difíciles que nos han golpeado y siempre hemos resurgido, hemos superado las situaciones más adversas de la mano de nuestros profesores, estudiantes, trabajadores, egresados y allegados a esta casa de estudios. 

Nuestra universidad no tiene límites ni fronteras, estamos al servicio del mundo entero, como bien lo han demostrado nuestros egresados, esparcidos por todos los continentes, pues además ellos son los mejores embajadores de la preparación que ofrece la UNET, en cuyas aulas, laboratorios y unidades académicas se recibe formación técnica, moral y ética. 

Mientras la UNET permanezca abierta, en funcionamiento y enfrentando los desafíos, habrá esperanzas en el Táchira, el país y en su futuro. 

Nos corresponde enfrentar estos retos descomunales y sin precedentes; nos corresponde dar respuestas que estén a la altura de lo que somos: una institución académica, con ideas nuevas, con herramientas que nos permitan seguir cumpliendo con nuestra misión. 

Y el gobierno debería entender y considerar que son las universidades las instituciones llamadas a aportar soluciones a los problemas tanto del presente como del futuro. 

Desde la Asociación Venezolana de Rectores – AVERU, pensamos que el gobierno venezolano debe reflexionar sobre qué está haciendo con las universidades, pues a la vuelta de unos años la generación de relevo será escasa, en un país que deberá enfrentar los nuevos retos de este bien adentrado siglo XXI, relacionados con cambios tecnológicos, climáticos, catástrofes medioambientales, salud pública, desigualdades, así como los propios retos de Venezuela, la reconstrucción de las instituciones, la recuperación de la economía, de la democracia, de la confianza en los sistemas y partidos políticos, la atención a la crisis humanitaria y una larga lista de problemas que requieren atención inmediata. 

Son momentos difíciles y muy complejos, pero estoy seguro que los superaremos y saldremos adelante. Porque creemos en nuestra tierra y en nuestra universidad, nos sentimos orgullosos de lo que somos, porque nuestros principios académicos, morales y democráticos son fuertes y son sólidos y lo son porque están basados en el deseo de quienes deseamos convivir en paz y en libertad. 

El Derecho Humano y Constitucional a la Educación, la Educación de verdad y de calidad es innegociable, nuestras universidades representan el futuro de la nación, y el futuro de una educación pública de calidad, depende igualmente de los recursos presupuestarios y financieros, justos y equitativos. 

Por ello hoy celebramos esta fecha haciendo un reconocimiento a sus fundadores y para todos los que durante estos 47 años y más se han esmerado por tener una universidad; a todos quienes han dejado sangre sudor y lágrimas por su engrandecimiento. 

También hago un reconocimiento post-mortem a los compañeros unetenses fallecidos en esta pandemia de coronavirus Covid-19 a quienes lamentablemente no pudimos ni despedir. Que Dios todo poderoso los tenga en su santo seno 

La Universidad es esperanza… Hoy más que nunca, formar, crear, desarrollar, generar nuevos conocimientos es y será la esencia de la Universidad Nacional Experimental del Táchira para forjar el futuro y el desarrollo de nuestro estado. 

¡Somos del Táchira… su Universidad!

Raúl Alberto Casanova-Ostos

Rector UNET

SC 27-02-2021