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“Cualquiera podría pensar que es mentira, pero fue así. Entre las aulas y los pasillos de la universidad soñé, creé una idea, la decanté y la maduré” aseguró Darwin Ferrera en su discurso como orador de orden del aniversario 49 de la UNET.

 

Este joven egresado de la Universidad Nacional Experimental del Táchira (UNET) fue escogido para ofrecer el Discurso de Orden con motivo del 49 aniversario de esta casa de estudios, el pasado 27 de febrero, durante el acto protocolar que se desarrolló en la Plaza Bolívar de la institución.

Darwin Ferrera es en la actualidad presidente de Agrícola La Cumbre, empresaubicada en El Tigre, estado Anzoátegui, con más de45 años de presencia en Venezuela. Este joven empresario egresó de la Universidad en el 2009 y desde entonces haentendido la relevancia que posee la Universidad del Táchira, al toparse en su ejercicio con grandesprofesionales en todo el país, egresados también de esta Casa de Estudios.

 

Ocupando la presidencia de esta industria agrícola ha descubierto además la importancia que produce mantener lazos con la institución, y suscribió un convenio macro con la UNET, que le hapermitido a la organización interactuar con estudiantes de la carrera agronomía. “Vimos tantas posibilidades con este intercambio que decidimos abrir el compás para recibir a estudiantes de otrasespecialidades” dijo Ferrera.

 

Se fortalece la universidad al servicio del progreso de Venezuela

 

"Este 49 aniversario UNEThoy más que nunca define su carácter, como la universidadque no se resiste y que sigue fomentando su naturaleza de formar y capacitar grandesprofesionales, y defiende su interés de darle a Venezuela ese empuje que necesitan las nuevasgeneraciones para recuperar el camino y progreso que ha perdido a lo largo de los años", expresó el empresario.

Mencionó el orador que coincide con las autoridades de la universidad al entender a Venezuela como un país en el cual siguenexistiendolas oportunidades, en el que sigue habiendo mucho por hacer, y en el que “hay que seguirtrabajando para construir en una tierra más próspera. Venezuela aún es un país lleno de bondades y de potencialidadespor explotar", añadió.

Defendió la tesis que la universidad es un espacio ideal para soñar y para ilusionarse. Contó que sus pasillos le dieron el tiemposuficiente para crear una idea, decantarla y madurarla.

“Pude coincidir con gente extraordinaria queme inspiró y me ayudó a poner en claro mi proyecto, teniendo siempre en cuenta que la universidad me generaba nuevas ideas y me daba las herramientas necesarias para llevarlo afeliz término”, indicó sonriente.

Asegura que experimentó la responsabilidad de ser un egresado UNET, donde finalmente llegael momento de poner en práctica y demostrar lo aprendido en el aula, en las prácticas y en elcampo.

 

Del fracaso se llega al éxito

Ferrera manifestó que su experiencia le ha permitido inferir que el fracaso es uno de los escalonesal éxito, e invitó a los docentes a recordarle eso al estudiantado. “Hay que enseñarles a las generaciones que se forman detrás que es preciso animarse, arriésguesee incluso equivocarse”, precisó.

“Las apuestas siempre son alargo plazo, el éxito no llega de la noche a la mañana; el mejornegocio no es aquel que te ofrece el éxito inmediato; incluso un país tiene mayor progreso ydesarrollo sostenible si lo crea a largo plazo” reiteró.

Finalizó agradeciendo a la UNET y a cada profesor, porque la universidad lo formó intelectual y espiritualmente “fue una etapa hermosa, Venezuela es un paíshermoso, donde lo que sueñas se puede alcanzar”, finalizó. Nota: Tathiana Ortiz/ Foto: Carlos Casique