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- Escrito por NIDYAM LISSETTE ORTIZ RAMON
- Categoría: Eventos y Noticias Externas
- Publicado: 11 Diciembre 2019
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Con Villancicos, aplausos y alegría se dio inicio a esta tradición autóctona venezolana, que se realiza en tiempos de adviento
Como es tradición año tras año, reunidos como en familia en torno al Pesebre, orando con el corazón y armonizando con alegres cantos para acoger al ¡Niño Dios!, se dio inicio a la acostumbrada séptima Misa de Aguinaldos en esta casa de estudios.
La celebración eucarística, oficiada por el Pbro. Sergio Suárez, tuvo lugar en el hall del Edificio Administrativo de la UNET y correspondió a su personal, contando con la presencia de la Secretaria Elcy Núñez, el vicerrector académico Alexander Conteras y, los empleados de la institución, quienes se dispusieron a recibir la bendición de Dios y recordar el nacimiento de Jesús con cantos y oraciones, como parte de la tradición cristiana de esta temporada.
El Pbro. Suárez, compartió con los presentes un mensaje en el que manifestó “de la mano de San José y la Santísima Virgen María, meditemos en torno al nacimiento del Niño Jesús, el misterio de su Encarnación y preparémonos en familia para vivir el encuentro con Jesús, nuestro Mesías, el Salvador prometido. Confiemos que nos sea otorgada la gracia de su eterna amistad y que Dios Padre, disponga nuestros corazones para acoger a su Hijo, el Niño Dios”.
Expresó que este tiempo es de reflexión y preparación ante la llegada del Niño Jesús. Igualmente agradeció a todo el personal porque este ha sido un año de muchas adversidades en el país, sin embargo, todos han dispuesto de su talento y fuerza productiva para continuar en la construcción y edificación de una mejor UNET.
Este mes es para celebrar en familia con amor, que la fe prevalezca en el nacimiento del Niño Jesús a quien le pido al igual que a “Jesús de Nazaret y a María, su Santísima Madre para que bendiga a todos los hogares, a todos los padres y madres, para que nos ayuden a superar todas las dificultades y, a entender sus designios por aquellos que han partido”, acotó.
Un período del calendario de la Iglesia Católica, que significa el tiempo de la esperanza, algo fundamental para mantenerlo vivo, comentó el párroco, porque representa la fe que todos tenemos en el amor de Dios, que nos ha otorgado en Cristo.
El sermón del cierre de la misa, estuvo orientado al esfuerzo por salvaguardar las tradiciones y enrumbar al país que clama por la recomposición inmediata, arrancando de nuestro corazón los pesimismos y los odios. Texto: Nilkelly Colina/ Fotos: Manuel García