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- Escrito por NORMA PEREZ M.
- Categoría: Eventos y Noticias Externas
- Publicado: 28 Febrero 2019
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Culminó una etapa para 108 nuevos profesionales
En medio de la solemnidad que caracteriza a los actos académicos de grado de la Universidad Nacional Experimental del Táchira, Margarita Moreno se levantó a recibir el título de Licenciatura en Música. No llevaba toga ni birrete y su rostro denotaba juventud acumulada. Subió con cuidado los escalones y recibió el anhelado diploma. En su mano apretó con fuerza la felicidad del triunfo alcanzado, la meta culminada, los años de esfuerzo. En su corazón persistió la sensación de distancia y ausencia. La nostalgia por el verdadero protagonista de ese momento tan especial en la vida de un estudiante universitario. Margarita, recibió el título por su hijo Carlos Augusto Moreno, quien como muchos jóvenes venezolanos debió irse a otras tierras por la respuesta común: Un mejor futuro.
Del otro lado del teatro aguardaban los graduandos, muchos de ellos con la familia incompleta; sin sus madres o padres, sin sus hermanos, sumergidos en la diáspora que los arrastró a buscar nuevas oportunidades. Algunas butacas, se quedaron a la espera de quienes no las pudieron ocupar porque ya tomaron rumbos diferentes.
A pesar de esta realidad que afecta a las universidades del país, persistió la alegría y la UNET cumplió con su sagrada misión de formación de profesionales altamente cotizados dentro y fuera de nuestras fronteras.
Organizado por la Coordinación de Asuntos Secretariales, dependencia adscrita a la Secretaría de la universidad que dirige la doctora Elcy Núñez, se realizó el acto académico de grado, donde se hizo entrega de 108 títulos en las carreras de Arquitectura, Ingeniería Agroindustrial, Ingeniería Agronómica, Ingeniería Ambiental, Ingeniería Electrónica, Ingeniería Industrial, Ingeniería en Informática, Ingeniería Mecánica, Ingeniería en Producción Animal, Licenciatura en Música, TSU en Entrenamiento Deportivo yTSU en Electromedicina,
En estudios de postgrado: Especialización en Gerencia de la Construcción, Gerencia Pública, Maestría en Administración de Instituciones de Salud, Docencia Virtual, Enseñanza-Aprendizaje de las Ciencias Básicas mención Química, Gerencia Educativa, Mantenimiento Industrial, Gerencia de Empresas mención Industria, Gerencia de Empresas mención Mercadeo.
Presidido por las autoridades universitarias y decanos comenzó el acto tan esperado por el más de centenar de graduandos, que de acuerdo a su turno subió a recibir el título que marca el final de una importante etapa y el inicio de otra con múltiples oportunidades.
En nombre de los graduandos tomó la palabra Kaynellie Morales Molina, quien hizo un recuento anecdótico de los momentos vividos por los estudiantes en la universidad y cómo todas estas experiencias los forjaron: “Somos personas con valores marcados indudablemente por esta universidad, la cual nos ha dado educación, razón moral y sobre todo conocimiento y ese conocimiento nos hace más libres y la libertad nos hace encontrarnos con quien verdaderamente somos y quienes queremos ser en este mundo”.
Hizo un reconocimiento especial a los padres y familiares que siempre los apoyaron en los momentos más difíciles, y recordó a quienes no se encuentran físicamente; a los profesores que fueron guías y amigos.
A sus compañeros de grado les recalcó la necesidad de asumir nuevos retos: “Estamos a la vanguardia del conocimiento y la conciencia, en una nueva ola de un vasto océano de posibilidades. Al otro lado de esa puerta, hay un mundo necesitado de nuevas ideas y liderazgo”.
Distinciones honoríficas
Seguidamente, se hizo entrega de las distinciones honoríficas a quienes se hicieron merecedores de las mismas por su índice académico. Distinción Cum Laude para María Contreras (arquitectura), Mayren Silva (Ing. Industrial), Carlos Borrero ( Lic. En Música), Liliana Ortiz (Ing. Industrial), Krisbeth Depablos (Ing. Industrial) y José Vásquez (Ing. Mecánica).
Distinción Magna Cum Laude para Kimberllie Morales Molina (Ing. Industrial), Jimmy Cárdenas Moreno (Lic. En Música) y Kaynellie Morales Molina (Ing. Industrial).
Venezuela: País en crisis
Para el Rector Raúl Casanova, el acto académico de grado tuvo más de un motivo de orgullo, emoción y remembranza, pues se celebró el Día del aniversario 45 de la UNET. Y fue precisamente un 27 de febrero, 38 años atrás, cuando recibió su título como profesional en esta casa de estudios, de la que ahora es la máxima autoridad.
Recordó el comienzo de la universidad con alumnos, quienes por primera vez recibieron clases un 24 de junio; con una infraestructura a medio construir, pero con el prestigio académico que siempre ha caracterizado a la institución.
Pidió excusas por no hacer de la universidad el tema central de su discurso. En esta ocasión sus palabras las dedicó a la situación actual de Venezuela que afecta directamente a la UNET, y que se demuestra en tantos estudiantes que no culminaron sus estudios por diferentes razones.
A través de un análisis que contó con el apoyo del Consultor Jurídico, doctor Isaac Villamizar, recorrió los hechos más significativos acontecidos en el país desde la primera mitad de los años 20 hasta la actualidad, aportando así numerosos datos para sustentar las consecuencias del contexto actual.
“El final de la pesadilla está cerca: El cierre del año 2018 ha sido muy duro para todos. No sería exagerado decir que han sido las navidades más difíciles y tristes para muchas familias, que tienen hijos en el exterior y no poseen el respaldo en ahorros suficientes o ayuda en dólares (…). Todos estos escenarios negativos han renovado el espíritu de protesta en la población. Así las acciones emprendidas por la Asamblea Nacional, bajo la conducción de un liderazgo joven, una oposición aparentemente monolítica y un plan de transición política de 10 a 18 meses que permita una elecciones libres y transparentes, han sido la clave del éxito y la impresionante convocatoria nacional que ha tenido nuestro Presidente encargado Juan Guaidó”.
Como posibles salidas a esta crisis compleja puntualizó que el análisis del escenario indica que la entrada de un gobierno de transición no es tan sencilla, “aún cuando emotivamente podemos afirmar, Venezuela, vamos bien”.
“Si salimos con bien de esta coyuntura tan compleja y finalmente se cumplen los objetivos trazados: La entrada de ayuda humanitaria al país y el poder usurpador termina por irse sin resistencia, Venezuela marcará un hito histórico en la humanidad, de cómo un pequeño país con un gran corazón de paz y libertad, marchó con paso firme hacia la reconstrucción de una verdadera democracia republicana, sin armas en la mano, solo con la esperanza de un mejor futuro y su bandera tricolor. Si es así, Dios salve a Juan Guaidó”.
“Sueño que un día esta universidad se convierta en un sitio donde los hombres y mujeres, empresarios y universitarios puedan unir sus manos con la de los estudiantes emprendedores y caminar unidos para propiciar el verdadero desarrollo de la región. Sueño con una universidad donde la comunidad universitaria elija sus autoridades y decanos por sus credenciales y por su gestión; no por presiones partidistas ni artimañas rastreras, politiqueras ni populistas”.
“No hay que bajar la guardia, tampoco jamás perder la esperanza. Sé que todos tenemos sentimientos encontrados. En un solo día pasamos de la alegría, recorrimos la incertidumbre y hasta la desesperación y terminamos en indignación”.
“Nunca hay que desfallecer, si tenemos esperanza. Con ella nada está perdido, Claro nos inquieta la gente que está enferma, los niños desnutridos y las embarazadas que necesitan atención urgente. Pero todo puede cambiar esperanza de por medio cuando menos lo esperamos. Es cuestión del momento indicado y de no rendirse”.
Para cerrar, citó a Federico García Lorca: El más terrible de todos los sentimientos es el sentimiento de tener la esperanza muerta”, y agregó “yo, al día de hoy, la tengo más viva que nunca. La esperanza nació para no morir. Vamos bien”.
El Coro Universitario dirigido por la ingeniero Ingrid Cote, obsequió a los asistentes con un repertorio venezolano, con el talento que le reconoce en diversos escenarios nacionales e internacionales.
Se silenció el teatro principal de la UNET, testigo de tantas emociones, y la algarabía se extendió por pasillos y jardines de la universidad. Encuentros y despedidas por doquier. Las fotos de rigor tomaron un matiz de importancia, pues será el único recuerdo que atesoren muchos de esos graduandos y familiares en la distancia de otras latitudes. Ojalá y muy pronto el sentimiento sea de la alegría que proporciona el reencuentro./Norma Pérez M./Fotos Manuel García y Eduardo Torre.