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- Escrito por JUAN JOSE CONTRERAS
- Categoría: Eventos y Noticias Externas
- Publicado: 29 Julio 2018
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Como resultado de una tesis de grado se dio a conocer las bondades de este desecho alimenticio
Para conocer acerca de las bondades que posee la concha de la naranja y así lograr reutilizarla, los estudiantes de la Universidad Nacional Experimental del Táchira Wilkermar Valero y José Antonio Villamizar, desarrollaron una interesante investigación como producto de su trabajo de grado para optar al título de ingenieros ambientales.
Específicamente se denominó “Evaluación de alternativas para obtener subproductos de valor agregado a partir de residuos sólidos orgánicos generados en la hidrodestilación y extracción de pectina de la naranja”, cuya tutora fue la docente Tibisay Ramírez y los jurados las profesoras Andrea Pulido y Lenis Sánchez. El trabajo obtuvo las distinciones: Máxima calificación nueve puntos así como mención publicación.
Los estudiantes abordaron tres estrategias para aprovechar el residuo de la concha de la naranja que se genera en restaurantes, comedores y lugares donde se deseche bastante volumen; con el fin de tratar la reducción máxima de este desecho pero obteniendo productos de valor agregado.
Según el estudio, este residuo se puede aprovechar para producir bioetanol, hacer un suplemento alimenticio animal y para la remoción de cloro en aguas residuales. Los alumnos probaron tres estrategias, algunas con mayor rendimiento que otra: “A nivel de cifras la opción más idónea para el manejo del residuo fue la obtención de bioetanol con un porcentaje de 39%, seguido del empleo del residuo como absorbente natural de cromo hexavalente con el 34%, mientras que el suplemento alimenticio con el 27%.
Las estrategias igualmente fueron probadas a nivel de laboratorio, la evaluación de los costos se plantearon a escala real y también se hicieron las proyecciones para saber cuánto residuo se puede aprovechar.
Es un trabajo novedoso en el área de ingeniería ambienta en la UNET, y abre la puerta para otras investigaciones no solo en esta carrera sino en otras que se imparten en la institución.
La reducción del residuo sólido es lo más importante luego de ser utilizado; los estudiantes hicieron varias pruebas con la concha de la naranja primero sin procesar, con la extracción del aceite esencial y la pectina que es otro elemento químico de la concha de la naranja. Hicieron varias pruebas para saber en cuál de ellas se aprovechaba mejor.
A manera de conclusión los estudiantes plantearon: “Las alternativas para el aprovechamiento de las cáscaras de naranja tienen potencialidades para aplicarse en el ámbito alimentario y ambiental; no obstante, se eligieron aquellas que implicaron un aporte al saneamiento y promoción de energías limpias, tal es el caso de la harina en la dieta animal, si bien no está relacionada directamente con la depuración de aspectos ambientales, contribuye a la reducción de los residuos sólidos causantes de la polución en un determinado entorno”.
De igual manera concluyeron que el residuo de la concha de la naranja puede ser aplicado como absorbente natural en la remediación de suelos y tratamientos de aguas residuales con trazas de cromo hexavalente, otro aspecto a considerar, es la obtención de energía limpia de segunda generación (bioetanol) a partir de la fermentación alcohólica, utilizando el residuo de la naranja como sustrato, minimizando de esta manera la contaminación atmosféricas asociado a las emisiones de los combustibles fósiles./Dulce Camargo S./ Fotos cortesía profesora Andrea Pulido.