MARCO TEÓRICO
VENTILACIÓN. La ventilación puede definirse como la técnica de sustituir el aire ambiente interior
de un recinto, el
cual se considera indeseable por falta de temperatura adecuada, pureza o humedad, por otro que aporta
una
mejora. Esto es logrado mediante un sistema de inyección de aire y otro de extracción, provocando
a su paso un
barrido o flujo de aire constante, el cual se llevará todas las partículas contaminadas o no deseadas.
Entre las funciones básicas para los seres vivos, humanos o animales, la ventilación
provee de oxígeno para su
respiración. También puede proporcionar condiciones de confort afectando la temperatura del aire, la
velocidad, la
renovación, la humedad y/o la dilución de olores indeseables. Entre las funciones básicas para las máquinas,
instalaciones o procesos industriales, la ventilación permite controlar el calor, la transportación
neumática de
productos, la toxicidad del aire o el riesgo potencial de explosión.
VENTILADOR. Un ventilador es una máquina rotativa que pone el aire, o un gas, en movimiento.
Se puede definir
también como una turbomáquina que transmite energía para generar la presión necesaria para mantener
un flujo
continuo de aire.
Dentro de una clasificación general de máquinas, los ventiladores son turbomáquinas
hidráulicas, tipo generador,
para gases.
Un ventilador consta en esencia de un motor de accionamiento, generalmente eléctrico, con
los dispositivos de
control propios de los mismos: arranque, regulación de velocidad, conmutación de polaridad, etc. y un
propulsor
giratorio en contacto con el aire, al que le transmite energía. Este propulsor adopta la forma de rodete
con álabes,
en el caso del tipo centrífugo, o de una hélice con palas de silueta y en número diverso, en el caso
de los axiales.
El conjunto, o por lo menos el rodete o la hélice, van envueltos por una caja con
paredes de cierre en forma de
espiral para los centrífugos y por un marco plano o una envoltura tubular en los axiales. La envolvente
tubular puede
llevar una reja radial de álabes fijos a la entrada o salida de la hélice, llamada directriz, que guía
el aire, para
aumentar la presión y el rendimiento del aparato.
VENTILADORES CENTRÍFUGOS. En los ventiladores centrífugos la trayectoria del fluido sigue la
dirección del
eje del rodete a la entrada y perpendicular al mismo a la salida. Si el aire a la salida se recoge perimetralmente
en
una voluta, entonces se dice que el ventilador es de voluta.
Estos ventiladores tienen tres tipos básicos de rodetes:
-
Álabes curvados hacia adelante,
-
Álabes rectos,
-
Álabes inclinados hacia atrás / curvados hacia atrás.
En la figura puede observarse la disposición de los
álabes.

FIG.1 VENTILADORES CENTRÍFUGOS DE ÁLABES CURVADOS HACIA ADELANTE, RADIALES Y ATRÁS
Los ventiladores de álabes curvados hacia adelante (también se llaman de jaula de
ardilla) tienen una hélice o
rodete con álabes curvadas en el mismo sentido del giro. Estos ventiladores necesitan poco espacio,
poseen baja
velocidad periférica y son silenciosos. Se utilizan cuando la presión estática necesaria es de baja
a media, tal como
la que se encuentran en los sistemas de calefacción, aire acondicionado o renovación de aire, etc. No
es
recomendable utilizar este tipo de ventilador con aire polvoriento, ya que las partículas se adhieren
a los pequeños álabes curvados y pueden provocar el desequilibrado del rodete.
Estos ventiladores tienen un rendimiento bajo fuera del punto de proyecto. Además,
como su característica de
potencia absorbida crece rápidamente con el caudal, ha de tenerse mucho cuidado con el cálculo de la
presión
necesaria en la instalación para no sobrecargarlo. En general, son bastante inestables funcionando en
paralelo, vista
su característica caudal-presión. En la figura pueden observarse las partes mencionadas.

FIG 2. VENTILADORES CENTRÍFUGOS CON ÁLABES CURVADOS.
Los ventiladores centrífugos radiales tienen el rodete con los
álabes dispuestos en
forma radial. La carcasa está
diseñada de forma que a la entrada y a la salida se alcancen velocidades de transporte de materiales.
Existen una
gran variedad de diseños de rodetes que van desde los de "alta eficacia con poco material"
hasta los de "alta
resistencia a impacto". La disposición radial de los álabes evita la acumulación de materiales
sobre las mismas.
Este tipo de ventilador es el comúnmente utilizado en las instalaciones de extracción localizada en
las que el aire
contaminado con partículas debe circular a través del ventilador. En este tipo de ventiladores la velocidad
periférica
es media y se utiliza en muchos sistemas de extracción localizada.
Los ventiladores centrífugos de álabes curvados hacia atrás tienen un rodete con los
álabes inclinados en sentido
contrario al de rotación. Este tipo de ventilador es el de mayor velocidad periférica y mayor rendimiento
con un nivel
sonoro relativamente bajo y una característica de consumo de energía del tipo "no sobrecargable".
En un ventilador "no sobrecargable", el consumo máximo de energía se produce
en un punto próximo al de
rendimiento óptimo de forma que cualquier cambio a partir de este punto debido a cambios de la resistencia
del
sistema resultará en un consumo de energía menor. La forma de los álabes condiciona la acumulación de
materiales sobre ellas, de forma que el uso de estos ventiladores debe limitarse como se indica a continuación:
- Á
LABES DE ESPESOR UNIFORME. Los
álabes macizos permiten el trabajo con aire ligeramente sucio
o
húmedo. No debe emplearse con aire conteniendo materiales sólidos ya que tienen tendencia
a acumularse en la parte posterior de los alabes.
-
LOS ÁLABES DE ALA PORTANTE. Permiten mayores rendimientos y una operación más silenciosa. Los
álabes huecos se erosionan rápidamente y se pueden llenar de líquido si la humedad es alta, por ello
su uso
queda limitado a aplicaciones en las que se manipule aire limpio.
LEYES DE LOS VENTILADORES. Si un ventilador debe funcionar en condiciones diferentes de las ensayadas,
no es práctico ni económico efectuar nuevos ensayos para determinar sus parámetros de funcionamiento.
Mediante el uso de un conjunto de ecuaciones conocidas como LEYES DE LOS VENTILADORES es posible
determinar, con buena precisión, los nuevos parámetros de funcionamiento a partir de los ensayos efectuados
en
condiciones normalizadas. Al mismo tiempo, estas leyes permiten determinar los parámetros de una serie de ventiladores
geométricamente
semejantes a partir de las características del ventilador ensayado. Las leyes de los ventiladores están indicadas, bajo forma de relación de magnitudes,
en ecuaciones que se
basan en la teoría de la mecánica de fluidos y su exactitud es suficiente para la mayoría de las aplicaciones,
siempre que el diferencial de presión sea inferior a 3 kPa, por encima del cual se debe tener en cuenta
la
compresibilidad del gas.
Con el ánimo de precisar un tanto más lo que expone la norma UNE, se puede decir que
cuando un mismo
ventilador se somete a regímenes distintos de marcha o bien se varían las condiciones del fluido, pueden calcularse por anticipado los resultados que se obtendrán a partir de los conocidos, por medio
de unas
leyes o relaciones sencillas que también son de aplicación cuando se trata de una serie de ventiladores
homólogos, esto es, de dimensiones y características semejantes que se mantienen al variar el tamaño
al pasar de
unos de ellos a cualquier otro de su misma familia.
Estas leyes se basan en el hecho que dos ventiladores de una serie homóloga tienen
homólogas sus curvas
características y para puntos de trabajo semejantes tienen el mismo rendimiento, manteniéndose entonces
interrelacionadas todas las razones de las demás variables.
Las variables que involucran las leyes de ventiladores son: la velocidad de rotación,
el diámetro de la hélice o
rodete, las presiones totales estática y dinámica, el caudal, la densidad del gas, la potencia absorbida,
el rendimiento
y el nivel sonoro.





Las leyes anteriores son generales, pero implican riesgo si son mal interpretadas. Un ventilador
así calculado
debe tener el mismo punto de capacidad que un ventilador conocido. Cuando existan dudas será mejor recalcular
el
ventilador y no pretender olvidar las leyes que rigen su comportamiento.
Curva Característica de un Ventilador. Según sea el ventilador, su curva característica adopta
una u otra forma,
Los ventiladores centrífugos, en general, son capaces de manejar presiones altas con caudales más bien
bajos.
En la figura 3 se observa una curva característica de un ventilador centrífugo en términos de la presión
total, la
presión estática y la presión dinámica.

Para trazar la Curva Característica de un ventilador, se debe llevar a cabo un procedimiento
que procure los datos
necesarios. Para poder disponer de los distintos caudales que puede manejar un ventilador según sea
la pérdida
de carga del sistema contra el cual esté trabajando, se ensaya el aparato variándole la carga desde
el caudal
máximo al caudal cero. Todos los pares de valores obtenidos caudal-presión se llevan a unos ejes coordenados,
obteniéndose la Curva Característica.
La Fig.4 representa una curva tipo en la que se han representado gráficamente las
presiones estáticas, que
representan las pérdidas de carga, las totales y dinámicas. También se representa una curva de rendimiento
mecánico del aparato.
La característica de un ventilador es la mejor referencia del mismo ya que indica
su capacidad en función de la
presión que se le exige.

FIG.4 REPRESENTACIÓN GRÁFICA DE LAS PRESIONES ESTÁTICAS
Tomando como referencia la figura anterior, la zona de trabajo idónea de un ventilador
es el tramo A-B de su
característica. Entre B y C su funcionamiento es inestable, el rendimiento desciende rápidamente y aumenta
notablemente el ruido; por ello en muchos catálogos se representa sólo el tramo eficaz de funcionamiento
obviando el tramo hasta la presión máxima.
PUNTO DE TRABAJO DE UN VENTILADOR. Para conocer el punto en que trabajará un ventilador, una
vez
determinada la pérdida de carga que debe vencer el mismo, no hay más que, sobre el eje de ordenadas,
señalar la
pérdida de carga en mm.c.d.a. (milímetros de columna de agua).
Si se dispone de la característica resistente del sistema, se puede encontrar de forma
fácil el punto de trabajo de
un ventilador acoplado al mismo, al superponer las curvas características del ventilador y resistente
del conducto
según se indica en la Fig. 5.

FIG.5 CURVAS CARACTERÍSTICAS DE UN VENTILADOR
Si se desea construir la característica resistente del sistema se debe partir del
hecho que en las instalaciones de
ventilación la pérdida de carga que se origina varía proporcionalmente al cuadrado del caudal que fluye
a través de
la canalización.
Para conocer el punto de funcionamiento de un ventilador es indispensable disponer
de las curvas características
de los ventiladores susceptibles de ser instalados, para cualquier cálculo e instalación que se haga.
Las curvas deben estar avaladas por el fabricante, quien las garantizará haciendo referencia a la norma
y
disposición adoptada para su determinación.
Las curvas características de ventiladores se obtienen en laboratorios de ensayos
debidamente equipados y por
analistas especializados. Ello supone la sujeción a procedimientos según normalizaciones oficiales y
aparatos,
túneles y cámaras calibrados. La máxima garantía se obtiene cuando el laboratorio cuenta con una acreditación
oficial.
Zona de funcionamiento. Según sea el ventilador, tipo y tamaño, existe una zona de su curva característica
en la
que es recomendable su uso. Fuera de ella pueden producirse fenómenos que hacen aumentar
desproporcionadamente el consumo hundiendo el rendimiento, provocando un aumento intolerable del ruido
e
incluso produciendo flujos intermitentes de aire en sentido inverso.
En los catálogos de ventiladores vienen indicadas las zonas de funcionamiento y sus
características.
ECUACIONES
DENSIDAD

PRESIÓN EFECTIVA

VELOCIDAD

CAUDAL

FLUJO MASICO

CARGA TOTAL DEL VENTILADOR

RENDIMIENTO

POTENCIAS

|