Muchas veces se considera que con el uso de una planta, una fachada, podemos llegar al diseño de una edificación. Es posible re-leer a Bruno Zevi, en su libro "Saber ver la Arquitectura", en su capítulo de la representación del espacio, para entender que el arquitecto debe trabajar sus diseños en tres dimensiones. Muchos errores e inexactitudes se presentan cuando una edificación no tiene una representación tridimensional, solo cuando se construye se entienden los errores, a nivel de formas, que contiene dicha edificación.

Aquí es bueno aclarar que estamos haciendo referencia a una evaluación del producto solo en su parte formal física, y no a una evaluación global, que es la que el usuario hace en cuanto usa la edificación.

Para el diseño arquitectónico a nivel de formas, el arquitecto debe conocer Seis Dimensiones, cinco de ellas conocidas y la última, como referencia de lo que viene. Estas dimensiones establecen una relación con una herramienta poderosa para generar formas, como los Programas de Computación denominados CAD (Diseño Asistido por Computador).

DOS DIMENSIONES: Esta es la parte inicial para representar, no para diseñar, los espacios o formas arquitectónicas. Debe usarse como documento de relación con otros profesionales involucrados en el Proyecto, o para realizar transacciones en bancos, alcaldías, o en cualquier entidad que necesite una descripción detallada del Proyecto. Estas dos dimensiones establecen diversos tipos de planos, o documentos en papel, en donde podemos encontrar una clasificación extensa; planos de estructuras, de instalaciones, de arquitectura, de paisajismo, etc.

Estas dos dimensiones no sirven para diseñar, solo para representar o dibujar.

El computador a nivel de programas CAD, presenta una forma muy completa para dibujar. Estimándose que el dibujo en CAD, es una herramienta útil para llevar toda la información de las formas y espacios creados. En él se pueden dibujar todo tipo de planos, desde la topografía, pasando por la arquitectura, urbanismo, hasta las mas complejas instalaciones.

TRES DIMENSIONES: Desde los bocetos, el arquitecto empieza a visualizar, la forma del edificio, en tres dimensiones. Son célebres los bosquejos de Villanueva, Le Corbusier, Mies, Wright, y muchos mas, en donde se ve claramente, que el pensamiento creador se expresa en tres dimensiones.

Luego muchos arquitectos abandonan sus primeros bocetos tridimensionales y comienzan a dibujar en dos dimensiones, creando plantas, fachadas, cortes..., por cuanto la tridimensionalidad es una etapa muy engorrosa, para realizarla en una mesa de dibujo, con instrumentos de asombrosas limitaciones.

En este momento deben estar presentes los programas de CAD, ya que ellos contienen facilidades para ordenar y visualizar espacios mediante la creación de figuras que representan paredes, columnas, techos, escaleras, todos ellos como sólidos que se depositan y ordenan el espacio.

Es preciso entender al arquitecto con el computador como lo hace la secretaria cuando diseña una carta. Ella la redacta frente al computador, tecleando y viendo los resultados de sus decisiones. Es una relación que permite cometer errores y subsanarlos, es intentar, mediante un plan premeditado, conocer como se construye la edificación en tres dimensiones, que alternativas se tienen, y como constatar que lo que estoy haciendo es factible.

Como se ha dicho en el papel, a nivel bidimensional, todo es posible, en cambio a nivel tridimensional debemos ser muy claros y exactos para definir las formas.

Las maquetas han sido instrumentos que permiten visualizar la forma definitiva que tiene la edificación, pero a pesar de los detalles mas estrictos, la maqueta contiene limitaciones profundas derivadas de su escala y materiales que contiene. Por ejemplo la escala en las que se elaboran las maquetas, no permiten visualizar los espacios sin hacer actos de fe para creer que podemos apreciar las implicaciones espaciales del edificio. En cambio con un programa de CAD, en la pequeña pantalla, se pueden realizar vistas en donde se ordena la altura y punto de vista del observador, con lo cual se puede apreciar el edificio en su conjunto, o internamente desde cualquier punto de los espacios.

CUARTA DIMENSION: Desde la revolución dimensional cubista, se sabe que para conocer integralmente un objeto es necesario tener muchas imágenes, "... la realidad del objeto no se agota en las tres dimensiones de la perspectiva; para representarla integralmente tendrá que hacerse un sinfín de perspectivas desde los infinitos puntos de vista." Por eso si sabemos esto, la representación bidimensional o tridimensional, puede fallar en la concepción de las formas y espacios de una edificación. Es preciso abordar el diseño contando con esta cuarta dimensión.

Solamente es posible obtener infinitas vistas en perspectivas o isometrías si se usa un programa de CAD. En una mesa de dibujo resultaría imposible emprender una tarea tan extaordinaria, pero en un computador, ni siquiera es posible esperar a que se termine el diseño de la edificación, cuando se pueden ver todas los puntos de vista que se elijan.

También en el computador es posible visualizar recorridos, por los espacios que estamos diseñando, por ahora incipientes, y evaluar nuestras decisiones de diseño. Podemos ver perspectivas imposibles de materializar, en el objeto construido, cuando colocamos el punto vista por debajo de la línea de tierra y visualizamos la edificación desde abajo, o desde un vuelo de pájaro, o desde el rincón de la habitación mirando a la sala.

La arquitectura debe ser para el deleite en todas las facetas, deleite funcional, estético, estructural, sensorial, ... y una de ellas es el deleite visual. Esto solo se confirma si vemos nuestros diseños en recorridos, así como los van a realizar los usuarios de los mismos, cuando sea construido el edificio.

QUINTA DIMENSION: Nuevos descubrimientos se están produciendo para que el diseño sea aún mas completo, con la inclusión de los sonidos, el frío, el calor, los olores, el viento, los movimientos sinestésicos, y otros, puedan ser apreciados en el momento de las decisiones de diseño. Nos referimos a la Realidad Virtual, ella involucra al diseñador de manera tal que puede incluirse dentro de los espacios, tocar paredes, colocar colores, hacer recorridos, subir, bajar, cambiar de posición un tabique, que lo ve tan real como su mano que lo agarra, en definitiva es una nueva manera de diseñar. Es apreciar algo que no existe, vivirlo y recrearlo, hasta obtener calidades significativas.

Ultimamente se está trabajando en la inclusión de sonidos, olores, luces para apreciar con mas realismo los espacios. Esta tecnología que nos parece muy distante, está presente en muchos juegos de computadora que podemos comprar a precios relativamente bajos. Esto quiere decir que en pocos años el uso de la Realidad Virtual para diseñar estará en nuestras manos como hoy tenemos los CAD.

SEXTA DIMENSION: Aquí los antecedentes nos ayudan a pronosticar el nacimiento de herramientas para el diseño, no sabemos si incluidas o no en el computador, que nos permitan re-aprender a diseñar. En cierto modo sería parecido a los diccionarios, incluidos en los procesadores de texto, que revisan la ortografía. Ayudas, o tipificación de errores, o paradigmas de la arquitectura, que en el momento del diseño, nos aclaran y corrigen nuestras debilidades conceptuales y formales.

Con el fortalecimiento de la red de redes, Internet, es posible visualizar que esto es factible, ya que la información total no radica en un computador, sino que está alrededor del mundo, y nosotros podemos lograr llegar hasta ella. Es posible imaginar, a mediano plazo, que será rutinario entrar en contacto con la denominada Máquina de Arquitectura, ideada por Negroponte (1969), ... "Imaginemos una máquina que pueda seguir nuestra metodología de diseño y que al mismo tiempo discierna y asimile nuestras idiosincrasias conversacionales. Esta misma máquina, tras observar nuestra conducta, podría construir un modelo predictivo de nuestro rendimiento conversacional. A continuación, tal máquina reforzaría el diálogo empleando el modelo predictivo para respondernos a tono con nuestra conducta personal. Este diálogo sería tan íntimo (e incluso excluyente) que sólo el compromiso y la persuasión mutuos sacarían a la luz percepciones e ideas, ideas que, de hecho, serían incomprensibles para cualquiera de los conversadores aislados. En semejante asimbiosis no sería exclusivamente el diseñador quien decidiera el momento de recurrir a la máquina."

Este tipo de máquina no puede estar en un lugar determinado, podría estar en muchos lugares en el mundo, y se alimentaría de las decisiones de los arquitectos y diseñadores que recurran a ella, con lo cual la información puede estar continuamente actualizada, y evaluada por distintos diseñadores.

Por eso al iniciar el diseño arquitectónico, el arquitecto debe ubicarse en una de estas dimensiones, de acuerdo a sus posibilidades o recursos presentes. Es posible que no se cuente con las computadoras, y en ese caso el diseñador debe utilizar las dos dimensiones y tratará de visualizar, con muchas limitaciones, perspectivas que permitan confirmar decisiones de diseño. Ahora si se cuenta con computadoras, y con especificaciones generosas, es una obligación su uso para producir y ejercer controles rigurosos de las decisiones formales de los edificios. Básicamente el arquitecto debe partir desde la tercera dimensión, por cuanto la bidimensionalidad está incluida en ésta. La cuarta dimensión agrupa la tercera y la segunda, y cuando en nuestro medio se pueda utilizar la Realidad Virtual, el diseño debe iniciar por la inmersión total. La sexta dimensión se está trabajando y a lo mejor se produzcan muchos obstáculos para que pueda ser realidad. No es fácil entender y pronosticar las consecuencias posibles de una máquina para el diseño.

Naturalmente el diseño arquitectónico es mucho mas que formas, pero por ahora, nos guste o no, existen máquinas que pueden producir figuras, dibujos, formas, textos, animación gráfica, sonido... de buena calidad, para maximizar la capacidad espacial del arquitecto, y en consecuencia se debe utilizar como un instrumento capaz de resolver, aún en primera instancia, la tridimensionalidad de los espacios.

Esperemos que estas nuevas invenciones no tengan efectos colaterales indeseados, como los que hoy presenciamos en el uso del CAD en el diseño arquitectónico.