UNIDAD III
|
Las plantas de vapor y las
máquinas de combustión interna)
son similares en cuanto a que ambas son dispositivos para convertir
en trabajo parte del calor liberado cuando es quemado un combustible.
Sin embargo, son diferentes en cuanto que el fluido activo de una
planta de vapor pasa por un ciclo (en sentido termodinámico) mientras
que el de una máquina de combustión interna no. Así, el fluido activo
en una planta de vapor retorna periodicamente al mismo estado y
repite la misma serie de procesos una y otra vez. Por el otro lado, el
fluido activo de las máquinas de combustión interna es el
combustible mismo, junto con el aire necesario para quemarlo el cual
fluye a través de la máquina solamente una vez, y no retorna a su
estado inicial.
El ciclo de refrigeración por compresión de vapor es el ciclo hoy usado todavía por las máquinas refrigerantes. Es un ciclo contínuo, y el aparato necesario consiste de una válvula de expansión, un evaporador, un compresor, y un condensador. Estas partes componentes están conectadas una seguida de la otra. El refrigerante sale del condensador como un líquido a alta presión y fluye a través de la válvula de expansión, sufriendo una caída en su presión. Como un resultado de este proceso de estrangulación, parte del líquido se evapora rápidamente. La mezcla resultante fluye en seguida a través del evaporador, en donde absorve calor y usualmente es vaporizado por completo. La temperatura a la que tiene lugar esta evaporización depende de la presión existente en el evaporador y puede bajarse disminuyendo esta presión. En relación al flujo en tuberías, la mayoría de los sistemas de tuberías presentan pérdidas de carga considerables debido a la fricción entre el fluido de trabajo y la superficie interna de las mismas. Estas pérdidas se dividen a su vez en pérdidas mayores (tramos rectos de tubería) y pérdidas menores (debido a la presencia de codos y accesorios). |